Ayer que vi la noticia de esta chica de 14 años que se dejo filmar en un parque dando sexo oral a otro chico me dio mucha pena, pena de madre, de pensar que un dia mi hija pueda caer en el mismo error: tomar el sexo a la ligera.
Cuando los padres hablan de sexo con sus hijos es un arma de doble filo. No les puedes dar mucha importancia o pasaria a ser un tema Tabu, y si tampoco le das la importancia debida tus hijos pensaran que esta bien tomar el sexo a la ligera.
Cuando tenia 19 tuve mi primera experiencia sexual con un chico al que llevaba solo horas de conocer, era alto y recuerdo que era mas o menos simpatico... asi que bajo los efectos del alcohol no me parecio mala idea. Nunca habia tenido un "pololo" en mi vida y a los 19 ya parece un poco tarde para no haber tenido nada. Nunca mas volvi a verlo.
Cuando recuerdo ese momento me gustaria saber lo que ahora se: que esa experiencia tan intima debes tenerla con alguien por la que sientas cariño para que no se convierta en algo traumatico. Que si es con alguien que amas y que te ama es 1000 veces mejor sentir que esa persona esta pendiente de lo que tu quieres.
Pero como pasarle ese conocimiento a mi hija? Creo que esto es imposible, no habra sermon que funcione. Ella debera cometer sus propios errores.
Mi mama si me hablo de sexo, de amor, de prevención pero al final fui yo quien tomo las decisiones, buenas o malas, mis decisiones.
Por ahora como madre solo me queda preocuparme por el futuro, para eso estan los padres no?
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3 comments:
No existe una receta mágica para ser padre.pàra nada en realidad. No tengo hijos, así que lo ñunico que puedo hacer es desearte suerte y mirar todo e lejos! : D
Es curioso que entre tanta gama de seres vivos, nosotros, los dominadores, seamos incapaces de saber tratar a nuestros hijos.
Lo importante, como madre, creo, es estar siempre ahí. Como dijiste, ni sermones ni nada, ellos tomaran su camino :P
"There's only so much one can do" creo que se aplica aquí también. Es cierto que en nuestro hogar el sexo jamás fue tabú, ni tomado totalmente a la ligera. Gracias a esa actitud en casa, crecí convencida de que yo era la única que tenía control en las decisiones que tomase sobre mi cuerpo. Si tome la decisión correcta o no al final de cuentas, es algo que quedará solo en mi, para mi propio aprendizaje.
Creo que hacia allá debemos apuntar cuando llega el momento de ser padres.
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